Detener el tiempo o capturarlo es la principal aplicación de la acción fotográfica, el famoso instante decisivo, la instantánea, la naturaleza muerta, la ráfaga, la larga exposición… todos términos asociados a la técnica fotográfica.
Más allá están las experiencias, la mirada, la pasión, el gusto, el estilo, la implicación, la condición, el discurso, la historia…
Y en este caso, sólo la mirada y el tiempo, el tiempo detenido ante nosotros, delante de nosotros, alguien que a la vez detiene el suyo, y la mirada, en este caso se intuye más de lo que se ve.
Ha detenido el tiempo para observar, para no dejar pasar el detalle de lo que mira, para principalmente disfrutarlo o sufrirlo, pero sobre todo para congelarlo en su recuerdo, o incluso para tomar una decisión.
Mirando hacia el personaje y dedicarle sólo unas milésimas de segundo, llamando la atención por detenerse ante lo que es la sociedad de hoy día, una sociedad a alta velocidad, sin PAUSA y a un ritmo que casi ha olvidado que podemos parar, detenernos a mirar, a reflexionar o a decidir, y todo ello en diferentes ciudades del mundo y de espacios en el tiempo.
Raúl Díaz y Rafa López, un binomio con mucho arte.
Valme Caballero | El Nazareno
La idea es que haya instantáneas y cuadros con el mismo formato y que se produzca un diálogo entre la fotografía y la pintura. El concepto será original en la localidad y habrá que esperar a ver qué cuenta la fotografía para que la pintura le responda. Raúl Díaz y Rafa López querían que la primera parada de este proyecto, que puede convertirse en itinerante, fuera Dos Hermanas, la ciudad de ambos y el Centro Cultural La Almona, como lugar de referencia.