La sobreconfianza en la era de la Inteligencia Artificial (IA) es algo que nos está pasando a muchos sin darnos cuenta, ojito.
Es como cuando te compras un coche nuevo con piloto automático y empiezas a confiar tanto en él que te olvidas de que tú también tienes que estar atento al volante. Con la IA está pasando algo parecido. Nos estamos acostumbrando tanto a que nos resuelva problemas y nos dé respuestas, que corremos el riesgo de dejar de pensar por nosotros mismos o de creer ciegamente en todo lo que nos dice.
El asunto es que, aunque la IA es una herramienta increíble, no es infalible. Puede cometer errores, tener sesgos o simplemente no entender bien el contexto humano de ciertas situaciones. Por eso, es súper importante que mantengamos una actitud crítica y no perdamos nuestra capacidad de razonar y tomar decisiones propias. “Al final del día, la IA debe ser nuestra ayudante, no nuestra jefa”. ¿Qué opinas? ¿Has notado esta sobreconfianza en tu día a día?.

Seguro que te imaginas mil ejemplos de errores de sobreconfianza con la IA, pero ¿y si te digo que nos lleva pasando tiempo con cosas menos impresionantes y más cotidianas? Navegación GPS: Muchas personas confían tanto en las aplicaciones de navegación que siguen ciegamente las indicaciones, incluso cuando son obviamente erróneas. Por ejemplo, hay conductores que han terminado en caminos peligrosos o inexistentes por seguir al pie de la letra las instrucciones del GPS.