Por suerte, de un confinamiento simple.
Mi más sincero agradecimiento a todos y todas los que habéis estado (y estáis en primera línea), con todo nuestro apoyo.
Este es el día a día de un simple y total confinamiento, la vida familiar, desde el inicio al inicio de la desescalada,, desde el aburrimiento al optimismo y la diversión.
Una prueba superada y que esperamos no repetir, dónde nuestra única misión ha sido la de ser justos, la de hacer un simple confinamiento, en respeto y apoyo a los miles y miles de personas que se han enfrentado en primera línea.
Ahora más que nunca hemos tenido que encontrar la motivación y la ilusión, sobre todo para los que «simplemente tenemos que esperar”, en apoyo a los y las que «LO ESTÁN ENTREGADO TODO”, MIL GRACIAS.
Ni que decir tiene, que es una nimiedad, que es algo insignificante comparativamente con lo que se vive ahí fuera, por ello hemos sido optimistas, hemos estado motivados, e ilusionarnos (aunque esto no quiere decir que no nos indignemos, cabreemos y tengamos espacio para la reivindicación o discrepancia que hemos tenido y mucha).
Con constancia y dedicación, he basado y dedicado mi tiempo a DOS PILARES en mi confinamiento y me he agarrado a ellos con pasión, mi familia y la fotografía.
En esto he basado mi proyecto fotográfico durante estas semanas de Alerta y no necesariamente de forma desvinculada, es más, son un TODO.
He disfrutado de mi familia, les he dejado su espacio (aunque no mucho) y he tenido el mío, pero ha sido sobre todo una convivencia narrada con mi cámara.
Ello me ha llevado a querer fotografiarlo todo, porque me hacía sentir mejor. Lo hice a mi familia, que me inspira y me motiva, lo hice en una nueva vivienda donde apenas unos días antes de la Alerta acabamos de mudarnos tras más de 15 años en la anterior residencia.
Un círculo vicioso, que ha sido un proyecto fotográfico que por suerte, sólo ha acabado siendo una simple historia de un SIMPLE confinamiento y ahora llega a su fin, por supuesto, con todas mis ganas y deseos de no volverlo a repetir.
Esto me ha hecho crecer y mejorar como persona y como fotógrafo, como padre, como marido, pero además de todo, me ha hecho disfrutar en la medida de lo posible del confinamiento y sobre todo hacerlo al 100% para intentar apoyar a todas las personas que se han expuesto y en respeto a aquellas que se han quedado y que por desgracia aún se quedarán.
Hoy en el #café me ha ilusionado mucho, muchísimo, ver el Periódico El Nazareno en su edición impresa… una Página completa de FOTOS puffff y sobre mi trabajo DIARIO SIMPLE, pufffff seguimos siendo visuales, táctiles, y ahora lo valoramos más que NUNCA, algo tan simple, como tomar un café y pasar las páginas de un PERIÓDICO… QUE ILUSIÓN!!!!
El fotógrafo ha retratado el día a día de su familia durante el Estado de Alarma.