Un recorrido virtual por una exposición donde Lídia Vives nos invita a escuchar, ver y sentir lo que durante siglos fue silenciado.
Descubrir una exposición desde casa puede parecer una experiencia fría. Pero cuando se trata de Contemporáneas, la propuesta virtual a la que Lídia Vives nos invita tras su clausura el pasado 8 de marzo en el Palacete Huerto Ruano de Lorca, ocurre todo lo contrario: cada sala, cada imagen, cada silencio resuena con una fuerza inesperada. Recorrerla es como abrir un diario colectivo de artistas que, por demasiado tiempo, quedaron fuera del relato oficial del arte.

La exposición reúne obras de mujeres artistas de distintas partes del mundo, todas unidas por un hilo común: el deseo —y el derecho— de reclamar su voz. Lídia participa con dos impactantes piezas de su serie The Signature, tituladas Sign it! y Sign here. En ellas, la firma no es solo un gesto de autoría, sino un acto de presencia y reivindicación. ¿Qué significa dejar huella cuando tu historia ha sido sistemáticamente borrada?

Gracias a la visita virtual, no solo podemos ver las obras, sino habitarlas. La tecnología aquí no compite con la emoción, la amplifica. Caminamos por pasillos donde las imágenes dialogan entre sí, y donde el arte se vuelve experiencia íntima, incluso desde la distancia. La propuesta es tan potente que uno acaba olvidando que no está allí físicamente.Además, esta muestra sirve como antesala perfecta al nuevo libro de Lídia, Dear Diary, ya disponible en preventa desde su web, con un 10% de descuento hasta el 7 de abril. En él, la artista continúa desnudando sus procesos y obsesiones, invitándonos a leer el reverso de sus imágenes, como si fueran entradas de un diario que también nos pertenece.


