Consolación: Entre lo Urbano y lo Rural en Agosto de 2024


Una nueva mañana de verano me brindó la oportunidad perfecta para un paseo fotográfico por el barrio de Consolación. Las temperaturas suaves invitan a cruzar la vereda y capturar la esencia del día. Desde hace cuatro años, he estado capturando imágenes de lo que se ha convertido en mi barrio, y aunque el proyecto sigue abierto de manera indefinida, estoy seguro de que al final dará un resultado maravilloso.

En esta ocasión, mientras recorría el terreno, me encontré con tres escenas que capturaron mi atención. La primera mostraba un pozo de cemento junto a una estructura en ruinas, rodeada de vegetación frondosa y algunas ovejas pastando tranquilamente. La luz matutina, dorada y acogedora, se filtraba a través de las nubes, creando un contraste sutil entre el cielo despejado y la tierra árida. Esta imagen encapsula la tranquila belleza rural que aún perdura en los rincones de Consolación, recordándonos la coexistencia armoniosa entre la naturaleza y las huellas del pasado.

La segunda escena hibrida lo urbano con lo rústico, definiendo perfectamente las lindes de mi barrio y de mi proyecto fotográfico. En la imagen, una mujer cruza un paso de peatones recién pintado, con un vasto campo verde extendiéndose detrás de ella. Las líneas nítidas del cruce y los elementos urbanos como las señales de tráfico y los bolardos azules contrastan con la serenidad del campo y los árboles al fondo, subrayando la dualidad entre lo moderno y lo tradicional.

La tercera escena, quizás la más evocadora, muestra a un pastor caminando junto a su perro por un campo de cultivo. Mientras conversábamos, el pastor me comentó que la plantación temporal que estábamos viendo tenía como objetivo principal detectar el tiempo que tardaría en morir tras dejar de regarla en verano. Esta información será crucial para tomar decisiones sobre la siguiente plantación. La imagen del pastor y su perro, avanzando con determinación por el terreno árido, simboliza la relación íntima y resiliente entre el hombre y la tierra en este barrio.

Con la cámara en mano, estoy listo para seguir descubriendo y documentando estos momentos efímeros que conforman el alma de Consolación, esperando con ilusión el día en que este proyecto encuentre su conclusión, pero disfrutando cada instante del camino.

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